Historia de la Romería de Setenil
La historia de esta Hermandad comienza el año 1949, cuando Dª Filomena Ramírez adquiere junto con el "Gremio de Labradores de Setenil" la imagen de San Isidro Labrador. Dª Filomena Ramírez Salas, nace en Setenil el día 20 de Diciembre de 1883, en la Calle Ronda (dode vivirá toda su vida), siendo hija de D. José Ramírez Torres y Dª Josefa Salas Anet. Desde joven siente esa devoción por San Isidro Labrador y persiste en su idea hasta que consigue tener al Santo en Setenil en colaboración con el "Gremio de Labradores de Setenil''. Dicha Señora fallece en Setenil el día 7 de Enero de 1959, a los 76 años de edad. Por su expreso encargo, confiere a su hija Encarna Villalón Ramírez el cometido de ser Camarera de San Isidro mientras ella viva. Actualmente realiza esta labor nuestro hermano Juan Saborido Martínez. La Pionera en la Fiesta de San Isidro en Setenil fue Dª Filomena Ramírez Salas. Su devoción era tan grande hacia San Isidro que a principios de los años 40 fue expresamente a Antequera a visitarlo y le llevó como regalo mucha cera y lo visitó en la Iglesia de San Isidro en Madrid, para ella todo esto fue una gran satisfacción. El Santo llega a Setenil el día 9 de Mayo de 1949. La primera Romería, ese año de 1949 no hubo salida por falta de tiempo, pero en su casa de la C/ Pio XII, se le dijo un Triduo que fue rezado por Dª Carmen Pérez, la señora del Maestro de Escuela D. Antonio Rodríguez, una semana más tarde fue trasladado a la Ermita del Carmen. Las primeras Romerías se celebraron en la Venta de Leche, muchos iban andando y otros en caballería, pues coches no había. Ya desde el primer año San Isidro iba en una carreta tirada por bueyes. En este día se organizaban rifas, subidas al palo, carreras de sacos, carreras de cintas, etc.

Debido a que los primeros años eran tiempos difíciles económicamente, cada uno según sus posibilidades llevaba lo que podía, pues era un día de comer y beber y todo el mundo disfrutaba. Dª Filomena repartía bocadillos para los más necesitados, esta costumbre siguió hasta que todo fue mejorando. Después de la muerte de Dª Filomena esta tradición la siguió su hija Encarna Villalón Ramírez y esto fue desde el año 1959, todos estos años también probó ella a hacerlo lo mejor posible ayudada por su hijo Francisco José Porras Villalón y otros más y así seguir con esta tradición. Encarna debido a su avanzada edad no puede seguir con esta tradición y un grupo estupendo de Setenileños al frente de la Hermandad de San Isidro Labrador, siguen esta costumbre que con mucho trabajo y sacrificio, nos permitirán ver una Romería de San Isidro Labrador cada vez mejor. Al año siguiente se tenía que buscar una carreta idónea para San Isidro. Se buscó, se encontró y se restauró, todo ello con mucho esfuerzo y suparando muchas barreras. Para la Romería venidera había que corregir errores y esa carreta tenía que ser tirada por bueyes, para evitar sobresaltos y los perjuicios provocados en el año anterior. Pudieron contar aquel año con la yunta de ‘‘Don Torcuato’’ y con los sones de ‘‘José Manuel el Tamboril de Coria’’. La carreta de San Isidro, ese año destacó por su originalidad, por su templete, por sus flores, por sus ruedas y en definitiva por su sencillez.